Después de la resaca de todas las comidas que nos hemos pegado, llega el momento de volver unos días a la normalidad.
Hoy os hablo de una pieza que nació en 2005, la lámpara Cooper de Tom Dixon. Está inspirada en los cascos espaciales y fabricada con el policarbonato que usualmente se emplea en artículos antibalas, es un material casi indestructible. Una pieza que da carácter industrial y fuerza en el lugar donde se encuentre. Tiene diferentes acabados pero la que me vuelve realmente loca, es el color bronce.
¡¡¡Pasar feliz fin de semana!!!
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